viernes, 4 de enero de 2013

Marlon Moreno: ‘Nos gusta ver y conocer el mundo de los malos’



¿Qué significa para ti interpretar a El Capo, el mafioso más encantador de la televisión?

Ha sido un momento de mucha popularidad, tanto en Colombia como en muchos países del mundo. Yo soy de los que piensa que cuando las cosas están ocurriendo, no se alcanzan a dimensionar en su real magnitud. Ahora mismo veo que ha tenido una gran repercusión en muchos lugares y nunca dejo de sorprenderme con cosas como esta llamada, pensar que en Bolivia ven la serie y les gusta. Me asombra hasta dónde puede llegar el trabajo.

¿Qué similitudes existen entre el personaje Pedro Pablo León Jaramillo y el actor?

Me imagino que debe haber alguna similitud en el fondo porque lo interpreto yo. He presentado un personaje con muchas características y cuando me analizo en mi vida cotidiana, no sé si tengo similitudes con él.

¿Qué aspectos de la personalidad de El Capo amaste y cuáles aborreciste?

Yo soy de la clase de actor que trata de identificarse con el rol que interpreta y, por lo tanto, siempre busco puntos de su personalidad, si bien a muchas personas no les agrada que yo pueda entender. Bajo esa premisa, me gusta mucho la seguridad de Pedro Pablo, me gusta su posición ante la vida. Para él no hay situaciones difíciles de solucionar, es un hombre que siempre va para adelante y, si le cierran todos los caminos, él busca una manera de hacer un camino nuevo. Eso me parece maravilloso. Me encanta cómo afronta la vida a través del pensamiento mismo, aun estando encerrado. Esa actitud no se la he conocido a ninguna otra persona en todo lo que he vivido. Él es tan capaz de saciar a todos los estamentos de una manera consecuente con su vida misma, así esté dedicado a un negocio prohibido. Me parece admirable esa fortaleza, así como esa contextura tanto intelectual como espiritual. No aborrezco en absoluto nada de él; me encanta y creo que ha ocasionado ese efecto en los televidentes, porque, a pesar de todas esas cosas “malas”, entre comillas, que ha hecho, la mayoría del público lo ama por su personalidad arrolladora. Todo defecto en su momento llega a ser una virtud y toda virtud en su momento un defecto. Yo como actor no sé juzgarlo bajo ningún punto de vista. No soy muy objetivo para juzgarlo como espectador, como actor estoy con un compromiso con él y eso me hace sentir que es un hombre de armas tomar.

Pedro Pablo León Jaramillo es un personaje turbulento, ¿la personalidad de éste logró traspasar a la vida de Marlon Moreno?

Hoy día no, no. En la primera temporada estuve todos los días tratando de meterme en la piel de este personaje y me daba mucho trabajo, por lo que me exigía una concentración de casi 24 horas diarias, y es normal que eso terminara afectándome porque no tenía vida propia. Hoy por hoy, en la segunda temporada, pude agarrarlo nuevamente.

¿Cómo fue la filmación de la segunda temporada de la teleserie El Capo 2?

La segunda temporada fue muy divertida, la pasé muy bien y me divertí mucho cada momento y exploté mucho mejor al personaje. También encontré a un Pedro Pablo mucho más veraz que en la primera temporada. Así la primera temporada haya tenido mucho éxito, siento que para mí fue mucho más recíproco de mí hacia él que en la primera temporada. Estuve mucho más maduro como actor y con el personaje, por lo que fue mucho más fácil involucrarme y salir de él. Le agradezco a la vida por la oportunidad de haber interpretado a este personaje en dos temporadas.

El Capo te ha tornado en un actor muy reconocido en América Latina, ¿cómo ves en retrospectiva tus inicios hasta la actualidad?

La actuación es un camino muy bonito que me tracé desde los 14 años, en el que lógicamente me tocó atravesar fango, mares, montañas, aguantar mucho frío, hambre. Un camino que me sigue dando muchas cosas para aprender. Así como la vida me ha dado la oportunidad de vivir de lo que me apasiona, de lo que amo, me ha dado la oportunidad de grandes cosas, también me ha exigido mucho sacrificio, una entrega al cien por ciento que me ha costado muchas cosas a nivel personal y lo he tenido que pagar a precio muy alto. Cuando veo la retrospectiva, le doy gracias al cosmos por haberme dado la fortaleza para poder enfrentar los momentos difíciles y para gozar los buenos momentos que me han sucedido. Llevo esto en la piel, en los huesos, desde muy joven.

Estar en un set, en un escenario, que el mundo me vea y además me paguen por eso, me hace sentir privilegiado y honrado. Es un gusto poder vivir de esto que amo.

El Capo ha tenido mucho éxito en Bolivia, ¿tienes algún referente de nuestro país?

No me imaginé nunca que me veían en Bolivia porque en mi cuenta de Twitter me escriben desde EEUU, México, Costa Rica, Honduras, Venezuela... es de esos lugares de donde más me escriben. De Bolivia nunca me han escrito. Nunca me imaginé que estuviera teniendo éxito allí. En Bolivia nunca he estado, pero me gusta mucho leer y conozco partes de su geografía, su cultura, su Presidente. Sé que es un pueblo maravilloso, una cultura muy fuerte que me maravilla.

¿El éxito de las teleseries y las narconovelas tendrá que ver con que son un reflejo de la realidad de América Latina?

Eso tiene mucho que ver, pero no sólo tiene éxito en nuestra América Latina, sino que ha trascendido fronteras e idiomas. Te puedo contar que El Capo en este momento lo ven norteamericanos con subtítulos, a la medianoche lo ven en Afganistán, a mí me escriben de Irán, que lo ven subtitulado. La teoría que tengo yo, que es muy acertada, es que a nosotros los seres humanos nos gusta ver y conocer el mundo de los malos. Producir catarsis con películas como El Padrino, Caracortada, Carlito’s Way, y series como Los Sopranos se convierten de culto porque hay un atractivo muy grande por la vida de los bandidos, que también refleja lo que nos gustaría hacer, pero uno no se atreve por miedo.

Tras el éxito de la teleserie, ¿cómo manejas la fama?

Yo soy nada y en mi mente no existe eso de sentirme importante por ser reconocido. Entonces, a partir de ahí, cuando la gente me aborda, lo que hago es recibir su cariño y dar las gracias. Sólo me torno difícil cuando estoy con mis hijos pequeños porque me da miedo que los niños se alejen de mí y peligros hay en todos lados y no quiero que les pase nada. Después soy un hombre tranquilo, que no se toma muy en serio esta cuestión de la fama. Yo me tomo en serio mi trabajo, pero la fama no. La fama no me hace cambiar de pensamiento, porque ahora la tienes y después ya no.

¿Cuáles son tus proyectos a futuro?

Por ahora queremos sacar la película Cazando luciérnagas; teníamos previsto el estreno para el 21 de marzo, pero no sabemos cuándo saldrá porque no tenemos apoyo de un canal de televisión. Ahora quiero dedicarme lo más que pueda a mis hijos, porque el trabajo me quita mucho tiempo. También aprovecho para leer porque me gusta mucho hacerlo.

Galán

El actor Marlon Moreno nació en Cali, Colombia, el 18 de mayo de 1966. Es considerado uno de los mejores actores de su país. Para mantenerse en forma hace sesiones diarias de ejercicios, como saltar la cuerda y barra durante 15 minutos. Su agilidad, fuerza y forma se pudieron apreciar en la interpretación de ‘El Capo’, con un papel que le exigía mantener un muy buen estado físico.

Teleserie

La teleserie El Capo le dejó muchas enseñanzas a Marlon Moreno, quien tiene todas las ganas de seguir haciendo más producciones que tienen el concepto de “cine hecho para televisión”, como fue el caso de este melodrama. El Capo se difundió en toda América Latina con gran éxito y trascendió fronteras e idiomas y es actualmente vista en diferentes puntos del globo.

Cine

La carrera del actor colombiano se inició a los 14 años, cuando hizo sus primeras armas en el grupo teatral de su colegio. Luego continuó su formación en México y en París. En su trayectoria actual destaca su participación en diferentes proyectos de cine. Títulos como Perro come perro, Cazando luciérnagas, Secretos de confesión y Amores difíciles destacan en su filmografía.

Televisión

La carrera de Moreno se ha desarrollado sobre todo en la pantalla chica, en la que participó en más de 20 producciones, entre telenovelas y series. Se lo recuerda por sus personajes de El Titi en Sin tetas no hay paraíso (2006), Bernardo Torres en El último matrimonio feliz (2008), Juan Felipe Becerra en A corazón abierto (2010) y Felipe Santamaría en ‘El pasado nunca perdona’ (2005).


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